Desde la década de 1980, algunos expertos, ONG, gobiernos y empresas se han cuestionado la relación existente entre empresas y DDHH. Algunas de las respuestas planteadas fracasaron porque pretendieron trasladar a las empresas las obligaciones del Estado. En los años 90, la Organización de Naciones Unidas estableció el Pacto Global y, en 2005, el Secretario General de Naciones Unidas designó al profesor John Ruggie como su “Representante Especial” para aclarar dicha relación.
El profesor Ruggie desarrolló durante seis años un trabajo de consulta en los cinco continentes con empresas, sociedad civil, gobiernos y especialistas que le permitieron formular un marco simple de referencia. Este marco fue aprobado por unanimidad en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y se materializa en tres pilares.
Pilares
La obligación del Estado de ofrecer protección a los ciudadanos frente a violaciones de DDHH o infracciones al DIH, cometidos por terceros, incluidas las empresas, mediante la aplicación de medidas adecuadas, actividades de reglamentación y sometimiento a la justicia.
La responsabilidad de las empresas de respetar los DDHH, lo que significa actuar con la debida diligencia para no vulnerar los derechos de terceros y reparar las consecuencias negativas de sus actividades.
La necesidad de mejorar el acceso de las víctimas a vías de reparación efectivas, tanto judiciales como extrajudiciales.
Marco proteger, respetar y remediar
Este marco -proteger, respetar y remediar- fue “operacionalizado” por el profesor Ruggie y su equipo mediante la formulación de 31 “Principios Rectores”, que fueron también aprobados por unanimidad en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El Marco de Naciones Unidas para Empresas y Derechos Humanos y sus 31 Principios Rectores, a pesar de no estar exentos de crítica, gozan de amplia aceptación entre empresas, gobiernos, ONG y academia, actores que reconocen en él un avance significativo en la ruta que conduce a aclarar la relación entre empresas y derechos humanos. De igual forma, reconocen que tienen el potencial de traducirse en resultados tangibles para las comunidades en medio de un proceso de globalización que debe ser socialmente sostenible.
Con el fin de lograr una continuidad en sus logros, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas creó en 2011 un Grupo de Trabajo sobre empresas y DDHH. Este grupo tiene como fin promover la difusión y aplicación del Marco y los Principios Rectores desarrollados por el Profesor Ruggie. El Consejo estableció el Grupo de Trabajo por un periodo de tres años.
Grupo de Trabajo sobre empresas y DDHH
Con el fin de lograr una continuidad en sus logros, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas creó en 2011 un Grupo de Trabajo sobre empresas y DDHH. Este grupo tiene como fin promover la difusión y aplicación del Marco y los Principios Rectores desarrollados por el Profesor Ruggie. El Consejo estableció el Grupo de Trabajo por un periodo de tres años.
Los objetivos principales del Grupo son:
- Estudiar, evaluar y recomendar buenas prácticas y lecciones aprendidas sobre la aplicación de los Principios Rectores.
- Promover la creación de capacidad y la utilización de los Principios Rectores a través de un proceso de asesoramiento a países, previa solicitud, para crear políticas nacionales o desarrollar leyes relativas a dichos principios.
- Prestar atención, de manera específica, a aquellos sectores más vulnerables de la población, particularmente a los niños.
- Fomentar un espacio de diálogo y cooperación entre gobiernos, instituciones internacionales, Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y organismos de la ONU.